NUBE DE TAGS [?] |
|
|
|
|
TÓPICOS |
|
|
|
|
ENLACES |
|
|
|
|
MÁS LEÍDOS |
|
|
|
|
SECCIONES |
|
|
|
|
SOBRE MÍ |
|
Esteban Victor Maidana...
"El hombre es su deseo " dijo aristoteles, y mi deseo seria que compartieran este simple diario de visicitudes, alegrias , y de todo.. en esta balanza que es la vida misma...sepan disculpar..si alguno no se ve reflejado...solo es la vida....DEJEN SU COMENTARIO ES TODO BIEN RECIBIDO... ESTEBAN
»
Ver perfil
|
|
|
CALENDARIO |
|
|
Marzo 2024 |
|
|
DO | LU | MA | MI | JU | VI | SA | | | | | | 1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 | 8 | 9 | 10 | 11 | 12 | 13 | 14 | 15 | 16 | 17 | 18 | 19 | 20 | 21 | 22 | 23 | 24 | 25 | 26 | 27 | 28 | 29 | 30 | 31 |
|
|
|
|
|
24 de Julio, 2009 · General |
UN RELATO... CAPSULA CEREBRAL C2505 |
La ciencia y la medicinatrabajan desde hace muchos siglos en la búsqueda de un sistema adecuadopara burlar la muerte del ser humano. Actualmente, en pleno siglo XXVI,existen muchos frentes abiertos en esta materia, y la mayoría, pocoéticos. Hasta hace poco, creía firmemente que estos intentos deprolongar indefinidamente la vida de un ser humano eran absurdos yaberrantes. Pero ahora estoy aquí, esperando -por voluntad propia- aque se inicie el proceso de transmisión cerebral. Quiero seguirviviendo. La sala es fría, blanca y aséptica. Estoy tumbado en unacamilla, inmovilizado de pies y manos. En mi cabeza han colocado unacorona de transmisión de datos, con la que los doctores volcarán elcontenido de mi cerebro en una cápsula cerebral C2505. Estoy nervioso,inquieto, tengo la garganta seca y mi pulso está acelerado. Lo hemeditado mucho antes de dar este paso, y finalmente, después depensarlo concienzudamente, he llegado a la conclusión que se me ofreceuna oportunidad única de seguir vivo. La vida que me espera -si elexperimento tiene éxito-, será probablemente muy extraña, y conseguridad, imprevisible. Falta poco para iniciar el proceso de transmisión, mis músculos estánen tensión, respiro con dificultad, los minutos son ahora eternos. Elequipo médico está en su puesto realizando los preparativos previos.Irmann, el jefe del proyecto, me mira a través de la pantalla decristal y me brinda una sonrisa lacónica. -------------------------------> TRANSMISIÓN CEREBRAL INICIADA La sala oscurece lentamente. Siento un ligero hormigueo en mi cabeza,mis ojos se cierran pesadamente contra mi voluntad. Ahora percibo unleve mareo, es como si flotara en el cielo lleno de negras nubes, cadavez me resulta más difícil notar mi cuerpo. Muevo los dedos de lasmanos, siguen obedeciendo a mis impulsos, esto me tranquiliza un poco.Mi ritmo cardiaco disminuye y una sensación de vacío se apodera de mí. Ahora mis recuerdos pasan frente a mí, las imágenes de cuando era unniño se suceden una tras otra a gran velocidad, mis vivencias deinfancia hacen acto de presencia sin saber por qué: mis padres mesaludan, mis hermanos y yo jugamos en el parque, corriendo de un ladopara otro. Y ahora mi adolescencia: el entierro de mi padre, mi madrecogiéndome de las manos mientras llora. Y finalmente, vuelan ante mílos recuerdos de Ingrid: sus intensos besos, sus oscuros e insondablesojos me miran…Ingrid…Ingrid… -------------------------------> TRANSMISIÓN CEREBRAL FINALIZADA No oigo ni veo nada, estoy inmerso en la más profunda oscuridad, escomo si estuviera aislado del mundo externo. Tengo una sensaciónagradable pero no sabría definirla con exactitud. He sido preparadodurante meses para ser objeto de esta operación de transmisión, y séque ahora estoy integrado en una cápsula cerebral C2505. Estedispositivo está hospedando los datos y emociones de mi antiguo cerebrohumano. Y además, lo maravilloso de este ingenio: emula la cognicióndel cerebro humano, con lo que puedo razonar, percibir y aprender. Sigo sumido en la total oscuridad, pero ahora recibo una informaciónexterna que me facilita Irmann, no la oigo ni la leo, simplemente larecibo por un canal interno de la cápsula: «La transmisión ha sido unéxito, ahora vamos a activar el sistema periférico». ¡Dios! ¡Ha sido como si la descarga de un rayo hubiera caído sobre míen fracciones de segundo! Y ahora percibo de nuevo mi cuerpo, pero esdiferente, no noto mi respiración ni el latido de mi corazón. No lopuedo sentir, lo sé, en realidad no es mi cuerpo, es un cuerpoartificial que me dará la posibilidad de percibir el mundo exterior pormedio de sus sensores integrados. Es tan difícil describir estassensaciones, pero me encuentro relativamente tranquilo y seguro. Oigovoces, Irmann me dice que abra los ojos, que ya ha sido completada lafase de ensamblaje de la periferia. Activo mi nuevo sistema de visión y veo frente a mí a Irmann, sonriendode nuevo y preguntándome como me siento. «Bien, es muy extraño, pero,francamente bien», le respondo. Es maravilloso, puedo ver y hablar, mivoz no es la misma, ha cambiado, ahora es grave y monótona. Pero podrémoldearla, podré aprender a entonarla adecuadamente y hacerlatotalmente mía. ¡Dios mío! Me estoy viendo reflejado en un cristal, esincreíble, soy una especie de androide con un rostro pétreo einexpresivo. No debería sorprenderme así, tenía muy claro como sería miaspecto si el experimento era un éxito. Irmann dice que puedolevantarme y caminar, que todo está funcionando como estaba previsto. Me pongo en pie, y me muevo con cierta dificultad por la sala, mispasos son lentos e inseguros. Pero mi capacidad de aprendizaje esasombrosa, y en breves minutos me adapto perfectamente al nuevo sistemade movimiento. Irmann no se separa de mí, me aconseja, me comenta cómoestá evolucionando el hospedaje cerebral en la cápsula: «Es un éxito»,me dice casi llorando. Y ahora un deseo inesperado se apodera de mí,tengo la necesidad de ver mi antiguo cuerpo humano, quiero ver losrestos de lo que fui antes de realizar la transmisión cerebral. Se lodigo a Irmann y vacila, e insisto. Finalmente logro convencer al jefedel proyecto y sigo sus pasos, entramos en la sala dónde estuve unashoras antes, y, allí en la camilla, con la corona de transmisión en lacabeza, veo mi cuerpo sin vida. Observo mi antiguo rostro: pálido,inmóvil y marchito. Una infinita tristeza me paraliza. No siento ahogo,ni ganas de llorar, tampoco percibo que mi corazón palpite por estareacción de dolor y tristeza al contemplar mi propio cadáver. Es tanintenso el sufrimiento que siento ahora, tan penetrante, esprácticamente insoportable…
|
|
publicado por
victoresteban a las 16:18 · 2 Comentarios
· Recomendar |
|
Comentarios (2) ·
Enviar comentario |
|
yolo boy a crear cuando yo cresca y estudie ami me gusta mucho la yecnologia en todo pero todo dera si dios melopermite
|
|